The blood on your hands, Romeo.

"vos no tenés rabia" me dijo una vez, interrumpiendo uno de esos silencios que se generan después de una conversación inconclusa o sencillamente inconcluíble.
El comentario me sorprendió por varias razones.
En primer lugar, sí tengo rabia. Y en segundo lugar, mi interlocutor es una de las muy pocas personas que pueden jactarse de conocerme sin mentir.
"Claro que sí" respondí, a dos tiempos. "Sucede que nunca tuviste la oportunidad de verme liberarla."

Porque, de hecho, tengo una tendencia imparable de acumular rabia. Mal humor.
Lo junto todo y cuando sale, sale. Mierda, si saldrá.

Y en este preciso instante, miles de cosas que en su momento fueron relativamente idiotas (algunas más, otras menos, otras prácticamente no) se están haciendo evidentes mediante gritos y golpes y lágrimas y diversas otras formas popularmente denominadas "de desahogo".

Porque no importa cuánto insistan, sigo siendo una gurisa boba que se siente incomprendida, y sigo viviendo los problemas estúpidos que esa actitud trae consigo.
Sigo pensando que todo lo que pasa me pasa precisamente a mí, y precisamente ahora.
Sigo sufriendo y dándome manija por las mismas boludeces que antes, acaso incluso más.
Sigo tolerando los mismos ataques de sentimientos trillados que se supone son normales.
Sigo sin saber siete octavos de las cosas que quiero saber.
Sigo odiando sin motivos, o con motivos que no justifican absolutamente nada.
Sigo sin poder responder algunas preguntas, y por dios, entiendan que no importa cuántas veces las hagan, no puedo saber las cosas de repente. No es como si de pronto fuera a adquirir algún tipo de sabiduría mística.
Sigo sientiéndome intolerablemente parte de la normalidad cada vez que me frustro por los motivos que se frustra el resto, porque en el fondo sigo esperando que alguien venga y me confirme de manera totalitaria que no pertenezco a donde pertenezco.
Sigo creyendo que puedo irme cuando quiera, que nada me ata a mi realidad de mentira y que nadie va a evitar que yo tome las desiciones como más me guste.

Y, más que nada, sigo sin asimilar que lo que se vive se vive ahora.


Así que probablemente vuelva a tirarme boca abajo en mi cama, llore y grite cuanto sea necesario, pero nunca más vuelva a prometerme cambiar las cosas.
Porque no puedo, y mentirme no me lleva a ningún lado.


Y a pesar de todo me cuesta ser concreta, me cuesta admitir que tengo tremendos problemas de aceptación. Me cuesta conseguir determinación para "rebajarme" a mí misma al nivel del "resto del mundo", porque tengo tanto de ególatra como de fucking ser humano.
Todas las cosas que de algún modo me atormentan son las que ya me atormentaron. Nada nuevo, a decir verdad. Potenciaciones, capaz, de las cosas que ya estaban. Lo único que existe es lo que exitió. Lo único que existe es el pasado. Ningún cambio que haga hoy va a aplicar para lo que ya fue, que es (con las posibilidades mías, de ahora) totalmente incambiable, ni los cambios que haga para el hoy van a seguir siendo hoy por mucho tiempo. El presente cambia constantemente, porque nunca es el mismo. Ergo, no hay lugar en él para nada que nos moleste o que nos guste. Así que lo único que lastima es el pasado, y la única manera de sacárnoslo de encima es sacarlo junto con el mínimo retazo de presente y el infinito lienzo que es el futuro.
Si se pierde uno, se pierden todos.
Lo único que puedo hacer, ahora, es esperar que alguien venga y me los saque. Porque jamás voy a alcanzar el nivel de determinación que requeriría eliminar mis propias posibilidades.
No voy a hacerlo, pero no voy a evitar que alguien más lo haga.



¿que lo único que se necesita es disposición?
Te mintieron.



Mierda, loco. Mierda. Creerme ajena a todo esto es probablemente lo más estúpidamente ingenuo que hice jamás. Posiblemente pensás que lo que me pasa es una estupidez adolescente. Posiblemente lo sea.
Pero no estoy dispuesta a aceptar que dejé pasar mis oportunidades.
Y no creo que sea justo desear que sea una mala interpretación por mi parte.
Sólo.. no quiero dejar que todo sea como quiere ser.